SARAH BERNHARDT Y EMMANUEL BOCHER, EL ÚNICO AMOR EN UN MAR PROMÍSCUO
Epígrafe
Este poema se inspira en un episodio real narrado por Sarah Bernhardt en
sus memorias, "Ma double vie", cuando, huyendo del cerco de París, un
joven soldado alemán le habló del militar francés Emmanuel Bocher, su verdadero
amor. El poema entrelaza ese recuerdo con la historia novelada de Bocher
—ahijado de John Caradoc, protagonista de la novela Caradoc — y con
la figura del arquitecto ciezano Ramón Hervás, protector de Sarah en su etapa
más oscura. Todos ellos convergen en el universo narrativo de Zabálburu,
un murciano ignorado en su tierra, donde el amor, la memoria y la dignidad
se rescatan desde los márgenes de la Historia.
Sarah
Bernhardt y Emmanuel Bocher, el único amor en un mar promiscuo.
Fragmento primero: El amor de la divina.
I
De todos los teatros
fue eminencia,
clamaron su figura emperadores,
poetas, estadistas y pintores
rindieron a sus dones reverencia.
II
Su voz llenó de
fuego los tablados,
de emoción verdadera los silencios,
y al besarla, cedieron sin alientos
reyes de carne y sabios celebrados.
III
Tal vez pasó su piel
por cada estrella,
tal vez su don se abrió sin resistencia,
no por placer banal, sino en presencia
del arte que en el alma se revela.
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