Al mar (2)


Me ofreces, mar, sin precio ni medida,

un rostro nuevo al alba cada día:

turquesa bajo un cielo en armonía,

montes cristalinos, cual plata erguida.


O a veces rosa, espejo de mi vida,

en calma o con presagio de energía,

mas siempre das tu bella poesía,

tu oleaje que consuela y no me olvida.


Me escuchas sin pedir, sin exigirme,

acaricias mi piel hasta la entraña,

como amante o madre sin herirme.


Si tienes furia, a mí no me araña;

y cuando el mundo deja de entenderme,

tú susurras tu paz, dulce y extraña.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Los amigos Alfonsíes se reunen y rememoran...

A ti, amada. Soneto con estrambote.

El edificio C de la Universidad de Murcia. Soneto con estrambote.