Al mar (1)
El mar me lo da todo, sin medida,
un tono nuevo al alba me regala;
pregunto al despertar cómo se instala
su ánimo cambiante, lleno de vida.
Un día es luz turquesa que se anida
bajo un celeste puro, y que resbala
de montes que cual plata, sin escala,
se funde con su piel esclarecida.
Otras veces murmura, se oscurece,
me escucha sin juzgar, consuela el llanto,
me envuelve en su caricia y me estremece.
Cuando el mundo se aleja, queda tanto:
su voz, su paz, espíritu que mece...
nadie me da tan libre su encanto.
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