El edificio C de la Universidad de Murcia. Soneto con estrambote.
El "edificio ce" es posiblemente la construcción más fea y anodina de la Universidad de Murcia, incluyendo todos los campus. Allí enviaron a quien suscribe en uno de los cambios que tuvo de alojamiento y, con él como mochila, a la Revista de Educación a Distancia. No diré el argumento que se alegó para ello, ni las razones reales por lo que fue. El caso es que lo acepté y contento. No fui el único, por allí pasó quien es prez y honra de de la UMU ahora, Pablo Artal y lo que él dijo está aquí, aquí y aquí. Por ejemplo, cuando le dieron el Premio Nacional ‘Juan de la Cierva’ de Transferencia de Tecnología dijo "al llegar [a la UMU] me instalé en un edificio “maldito” del campus de Espinardo, el llamado edificio C. Nadie quería estar ahí. Era muy malo".
No es el único que ha ido allí siendo academicamente virtuoso o quizá por ello. Andando los años y sin entrar en detalles he visto cuanto talento hay y ha habido allí, no obstante su fealdad y displicencia, además de ser apartado e ignoto. Pero en el edificio C, también llamado el 26, han ocurrido cosas notables, han trabajado investigadores insignes como Pablo, algún que otro escritor célebre, y hay intituciones como la Escuela de Osteopatía además de la susodicha RED.
Por supuesto allí purga y paga sus pecados quien suscribe. Sin embargo, quizá por un raro mecanismo psicológico de compensación se le coge cariño.
Al edificio C de la Universidad de Murcia (soneto con estrambote).
Construcción ignota, triste y fría,nacida en tierra ajena al esplendor,tu cuerpo gris exhala un desamor,apartado en la sombra y lejanía.
Eres feo, lo sabe hasta el que huíasin verte, sin mirarte, sin rumor,mas dentro de tus muros, con ardor,notables hechos tuvo la osadía.
Artal trazó su luz en tu espesura,las letras de algún vate aquí han sonado,la ciencia te habitó sin desventura.
Y aunque de gloria nunca te han colmado,revistas y osteópatas en harturate han dado un brillo, al fin, inesperado.
Y aquí, sin más, en sombra y desaliento,trabaja el pobre autor de este lamento.
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